De “El Empedrao” ha surgido un grueso e importante número de poetas, compositores, cantantes, trovadores y gaiteros. Y del hogar de Felipe Pirela y Lucía Morón de Pirela nació el 4 de septiembre de 1941 un hijo, bautizado como Felipe Antonio Pirela Morón, a quien el futuro, por su privilegiada voz, concisa compostura y particular interpretación, le otorgaría el reconocimiento de “El Bolerista de América”.Los primeros pasos de Felipe Pirela en la música fueron con las orquestas de Juanito Arteta y Los Peniques, por las cuales transitó sin mucha relevancia.
Un buen día el maestro Billo Frómeta le escuchó cantar y mostró interés Cuando el maestro Billo Frómeta llegó a la casa de los Pirela Morón no hizo más que expresar: “… Quiero contratarlo para que sea el bolerista de mi orquesta. Usted tiene mucho futuro… canta como los ángeles ”. Corría el año 1960.
Sin duda alguna, esa fue la época más exitosa de su carrera y con la que trascendió, aún después de su muerte.
Pirela obtiene fama con la orquesta Billo’s Caracas Boy’s y comienzan a lloverle ofertas de otros países, la más tentadora, desde México. Tras la venia y asesoría de Billo, Pirela parte al país azteca donde le esperaba el camino a la internacionalización como solista y su posterior consagración como “El Bolerista de América”.
Un escandaloso divorcio marcó al Bolerista de América para siempre y lo
sumió en una fuerte depresión. Decide marcharse de Venezuela. Su fama y prestigio adquiridos le permiten abrir las puertas de Hispanoamérica. En su exilio graba el LP “Entre tu amor y mi amor”, que adquiere impresionantes cifras de ventas traducidas en reconocimientos artísticos.
Al tema promocional que da título al disco se suma una seguidilla de éxitos. Se radica en Puerto Rico, donde comienza a cantar en locales nocturnos. Así llega la fatídica noche del 2 de julio de 1972. Luego de culminar su presentación en el bar “El Molino Rojo” con su interpretación del tema “Sombras”, se despide del dueño del local y de los habituales clientes. Fue interceptado en una oscura calle, y en circunstancias confusas, una certera bala extingue la luz de su existencia y silencia la voz del Bolerista de América.
Argemary Bernal @argemarybernal
Fotos/ Salvavininol.com