La virgen se presentó ante el indio Coromoto, cacique de los indios cospes, para invitarlo al sacramento del bautismo y convertirse en católico. Fue la primera vez, que la “señora apareció”.
El cacique confundido ante lo que sus ojos presenciaron, relató lo sucedido a su encomendero Don Juan Sánchez, encargado de los indígenas en la colonia española. La noticia de la aparición se conoció en toda la tribu. Varios indígenas se bautizaron y siguieron la Fe católica a excepción del Cacique.
A diferencia de los demás, él decidió quedarse solo en la selva y presenció nuevamente la visión. Esta vez, guiado por la ira, alzó su brazo para agarrarla pero al instante desapareció. Luego se materializó en una estampita hecha de fibra de árbol.
Poco después, Coromoto es mordido por una serpiente. Herido y a punto de morir, pidió el Bautismo y al hacerlo, se convierte en apóstol e invita al grupo de indios cospes rebeldes bajo su mando a que se bauticen.
Muere con el nombre cristiano de Ángel Custodio. En 1950, el Papa Pio XII la declaró Patrona de Venezuela y el Papa Juan Pablo II la coronó en su visita a Guanare, donde permanece la estampa que una vez encontró el cacique.
DC