El exanalista estadounidense de la CIA Edward Snowden espera que la oferta de asilo venezolano le permita abandonar de una vez por todas el limbo diplomático moscovita, ya que a Rusia se le acaba la paciencia.
«¡No se va a quedar a vivir en (el aeropuerto moscovita de) Sheremétievo!», aseguró este sábado Alexéi Pushkov, jefe del comité de Asuntos Exteriores de la Duma o cámara de diputados de Rusia.
Snowden, al que nadie ha visto desde que abandonó Hong Kong el pasado 23 de junio con destino a la capital rusa, solicitó refugio en 27 países, según Wikileaks, hasta que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, le ofreció ayer «asilo humanitario».
«El asilo de Snowden en Venezuela sería la mejor de las decisiones. Ese país mantiene un agudo conflicto con Estados Unidos. (la situación) Peor no va a ser», apuntó Pushkov en su cuenta de Twitter.
Pushkov, quien ha calificado en el pasado a Snowden de defensor de los derechos humanos, expresó el sentir de las autoridades rusas, a las que les quema ya la patata caliente del fugitivo reclamado por la Justicia norteamericana por espionaje.
El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, ha pedido al joven norteamericano que se decida de una vez por todas si pide o no asilo político en este país.
«No podemos decidir por él», afirmó.
El hombre que destapó una trama de espionaje masivo de las comunicaciones telefónicas y en internet no parece dispuesto a aceptar la condición para quedarse en Rusia que le impuso el presidente, Vladímir Putin.
Putin dejó claro que, si desea asilarse en Rusia, Snowden deberá cesar de inmediato sus filtraciones y toda actividad dirigida contra los intereses de Estados Unidos, país al que calificó de «socio» de Moscú.
Según la prensa, Snowden ha asegurado que no comerciará con la información privilegiada clasificada de la que dispone a cambio del asilo político, pero Washington insiste en demandar su extradición.
Sea como sea, las autoridades rusas han dejado claro que no entregarían en ningún caso a Snowden, independientemente de las acciones que haya cometido.
«Rusia no está obligada a entregar a Snowden a las autoridades de Estados Unidos, ya que entre ambos países no existe un convenio de extradición», dijo hoy a Efe Ludmila Alexéyeva, veterana defensora de los derechos humanos.
La cuestión ahora radica en saber de qué forma abandonará Snowden la zona de tránsito de Sheremétievo para viajar a Venezuela, en caso de que ambas partes logren formalizar el procedimiento de asilo, después de que EEUU le revocara el pasaporte.
Según informaron a Efe fuentes diplomáticas europeas, Snowden podrá viajar aunque carezca de pasaporte y le bastaría con un documento de viaje del país de destino, que haría las veces de salvoconducto.
En todo caso, ambas partes tendrán que hilar muy fino, ya que Washington ya ha dejado claro que ha contactado con terceros países para pedirles ayuda en caso de aterrizaje de un avión con Snowden a bordo.
La decisión de Maduro de ofrecerse a acoger al exanalista de EEUU no ha sorprendido en Rusia, donde se especuló este martes que el avión presidencial venezolano podría viajar con Snowden a bordo en su viaje de retorno de Moscú a Caracas.
«No ha matado a nadie ni ha puesto ninguna bomba. Merece protección en virtud del derecho humanitario internacional», dijo Maduro en Moscú.
El martes, en el acto de inauguración de una calle en Moscú en honor del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez (1999-2013), Maduro instó a la comunidad internacional a proteger a Snowden y a todos aquellos «que se atreven a decir verdades del intento del imperio estadounidense de controlar el mundo».
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, también adelantó que concedería «con todo gusto» el asilo a Snowden «si las circunstancias lo permiten», tras confirmar haber recibido la correspondiente solicitud.
Tanto Venezuela como Nicaragua mantienen unas estrechas relaciones con Rusia y, de hecho, son casi los únicos países que han reconocido la independencia de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia.
Según Wikileaks, Snowden ha pedido asilo en veintisiete países, la mayoría de los cuales o han rechazado tal solicitud, o han puesto como condición que el demandante se encuentre en su territorio.
Los últimos en negar asilo a Snowden han sido Italia y Francia, cuyo ministro del Interior, Manuel Valls explicó que EEUU «es un país amigo» y «democrático» que tiene «una justicia independiente» y con el que tiene convenciones de cooperación judicial.
En caso de que Snowden no pudiera recibir asilo en ningún país, tanto el Defensor del Pueblo como el jefe del Servicio Federal de Inmigración rusos abogaron porque sea el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) quien se encargue del caso.
Fuente: EFE