La artista aprovechó el acontecimiento de presentar su nueva fragancia, Fame, para mostrar el tatuaje, que era el rostro de un niño con alas, tocado con una corona similar a la de la Estatua de la Libertad.
Gaga, se rapó la cabeza en la parte que iba a hacerse el tatuaje, que se realizó en el interior de un frasco de perfume gigante, en el que la neoyorquina salió ataviada con lencería, cubierta con marcas de carmín, fumando y bebiendo tequila mexicano.
DC/Globovisión