La reina Isabel II afirmó este miércoles que espera deseosa a que nazca el que será su tercer bisnieto, primogénito de los duques de Cambridge, porque se quiere marchar de vacaciones.
Preguntada en su visita a Cumbria, en el norte de Inglaterra, si prefiere que sea niño o niña, la monarca aprovechó para manifestar su impaciencia ante el inminente acontecimiento, que podría producirse de un momento a otro.
«No creo que me importe si es un niño o una niña, aunque me gustaría mucho que llegara pronto porque me voy de vacaciones», comentó ataviada con un abrigo de verano verde y pamela pese a la ola de calor que recorre el Reino Unido, que se encuentra en alerta por altas temperaturas.
Como es costumbre, la soberana se trasladará al castillo de Balmoral, en Escocia, para pasar unos días de descanso estival, que este año se verán marcados por la llegada del hijo del príncipe William y su esposa Kate.
El denominado por los medios «royal baby» será el tercero en la línea de sucesión al trono inglés y reinará con independencia de su sexo, gracias a un reciente cambio legislativo apoyado por la propia Isabel II.
Las palabras de la reina se unen a las de su nuera Camilla, esposa del príncipe Carlos, padre del duque de Cambridge, que a principios de semana reveló que los futuros abuelos esperan ansiosos «noticias al otro lado del teléfono», si bien apuntó a que el bebé podría llegar a finales de esta semana.
Sin fecha oficial para el nacimiento, desde el palacio de Buckingham se apuntó a que Kate daría a luz a mitad de julio, lo que hace pensar que su ingreso hospitalario podría producirse en cualquier momento.
Sin embargo, y pese a que fuentes palaciegas aseguraron que el bebé nacería en el londinense hospital de St. Mary, los duques de Cambridge permanecen en el hogar familiar de los padres de Kate en la localidad inglesa de Berkshire, en las cercanías de la capital británica Londres, según reveló este miércoles el corresponsal de la casa real de la BBC, Peter Hunt.
Fuente: Infobae