«Les agradezco y les pido que me ayuden», dijo el papa Francisco a bordo del avión que lo lleva a Brasil, tras haber saludado uno por uno a los 70 periodistas que vuelan con él en el primer viaje internacional de su pontificado.
«Les pido que colaboren en este viaje para el bien, para el bien de los jóvenes y de los ancianos», agregó.
«Voy a Brasil para encontrar a los jóvenes, no aislados, sino en el contexto social. Cuando los aislamos hacemos una injusticia, sacándoles la pertenencia a una patria, a una cultura, a una familia», subrayó.
El ex arzobispo de Buenos Aires también solicitó «integración» para los ancianos. Jorge Mario Bergoglio habló luego de las dificultades laborales de los jóvenes.
«Corremos el riesgo por la crisis de tener una entera generación sin trabajo», destacó. «Del trabajo deriva la dignidad de la persona», recordó, y condenó «la cultura del descarte».
En su lugar abogó por una «cultura de la inclusión». «Agradezco esta compañía de periodistas voladores” dijo el papa. Éste es un viaje para encontrar a los jóvenes».
«Es verdad que los jóvenes son el futuro agregó, pero no sólo ellos: los jóvenes son el futuro porque avanzan, pero también los ancianos que están en el lado extremo de la vida, también los ancianos son el futuro, porque ellos son los que dan la sabiduría a la vida», explicó.
«Pienso que cometemos una injusticia con los ancianos cuando los apartamos como si no tuvieran nada para dar, los ancianos tienen la sabiduría de la historia, de la patria, de la familia».
En su saludo, el Papa aludía a los periodistas, según dijo la mexicana Valentina Alazraki sobre la pintura que suele hacerse de la gente de prensa, identificándola con «leones».
«Yo estoy aquí entre los leones -había dicho Francisco al iniciar su saludo-, pero no hoy, no aquí». «En verdad yo no doy entrevistas, no sé, no puedo, para mí me resulta algo fatigoso hacerlo», había explicado Bergoglio.
Después bromeó sobre la alusión de la periodista mexicana sobre la no santidad de la gente de prensa. Alazraki, una veterana de los viajes papales desde la época de Juan Pablo II, entregó a Francisco en nombre de todos los periodistas que están en el vuelo un ícono de la Virgen de Guadalupe.
Esta Virgen, venerada en el santuario mexicano explicó Valentina no es entregada sólo porque «se la define como reina de México, sino también porque el papa Wojtyla la proclamó emperatriz de las Américas».
El vocero vaticano, el jesuita Federico Lombardi, al introducir el encuentro entre los periodistas y el papa, definió al grupo como «una comunidad voladora de periodistas», integrada por italianos, brasileños, estadounidenses, franceses, españoles, mexicanos, alemanes.
«Muchos -dijo- están en su primera experiencia, algunos son muy experimentados y conocen estos viajes mejor» que el papa, comentó.
Lombardi recordó que «en este primer viaje intercontinental, luego del (que hizo) a Lampedusa, muy emocionante»; el papa «va a su Continente, América Latina, entre los jóvenes, en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud».
El vocero vaticano destacó «la gran diversidad» del grupo de periodistas que acompaña al pontífice en este viaje, diverso en cuanto a medios, idiomas, países de origen, para dar una «representación calificada de los medios».
Vuelan con Bergoglio a Río varios italianos, 10 brasileños, 10 estadounidenses, 9 franceses, 6 españoles, además de ingleses, mexicanos, alemanes, de Japón, de la Argentina -el país natal del pontífice-, de Polonia, de Portugal y de Rusia.
A medida que el avión sobrevuela diferentes países, Francisco envía mensajes a los respectivos mandatarios. Envió saludos a los presidentes de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, de Mauritania, Mohamed Ould Abdel Aziz, y de Senegal, Macky Sall.
En los tres telegramas, el papa invocó «abundancia de bendiciones divinas» para los habitantes de esos países.
Fuente: Infobae