De acuerdo con el director de Atención a Madres, Niños, Niñas y Adolescentes del Ministerio de la Salud, Dámaso Castellanos, 23% de las 850.000 embarazadas que se realizan en el año el control prenatal en instituciones públicas son adolescentes, lo que equivale a 195.500 jóvenes.
La Organización Mundial de la Salud estableció que un embarazo se considera precoz cuando la mujer queda en estado de gestación antes de cumplir los 19 años de edad. Castellanos señala que la mayoría de las jovencitas que asisten al control prenatal en el país tienen entre 15 y 19 años de edad. “También se presentan, en menor cantidad, embarazadas con menos de 14 años. Gran parte de las muchachas y niñas que pertenecen a ese grupo han sido víctimas de violencia sexual”, afirma.
¿Por qué? El embarazo precoz en el país es un problema complejo. Una de las razones por las que el porcentaje de adolescentes embarazadas no ha disminuido en Venezuela desde 2011 –a diferencia de otros países de América Latina, como Colombia y Ecuador, que han logrado bajar sus tasas de fecundidad en adolescentes– es la disminución de los centros de atención que brinden servicios de salud sexual y reproductiva únicamente a los adolescentes. Castellanos afirma que en 2005 funcionaban aproximadamente 70 de esos centros, mientras que en la actualidad sólo hay 23.
La falta de un proyecto de vida y de oportunidades laborales y educativas es otra de las razones por la cuales las jóvenes venezolanas deciden tener un hijo. Según el representante auxiliar del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Jorge González Caro. “Cuando los muchachos no saben exactamente lo que quieren hacer con su vida y una muchacha piensa que lo único que tiene en su futuro es ser madre, entonces probablemente busca un embarazo temprano. Esa visión de las muchachas es, en parte, producto de que no ven en su horizonte oportunidades educativas o laborales que se presenten como alternativa al embarazo”, afirma.
Relaciones sexuales desde la niñez
Algunos niños y niñas se inician en la actividad sexual desde los 10 años de edad, asegura Andreína Guerra, del plan Supérate y Progresa. Relata que al aplicar una encuesta en una escuela de Petare, los niños que cursaban cuarto grado aseguraban que habían tenido relaciones sexuales y que las mantenían con compañeros del salón.
Agrega que eso incrementa el riesgo de embarazo en infantes, pues es poco probable que se les haya hablado de métodos anticonceptivos. “A veces no sólo tienen sexo con compañeros de clase. Una niña de 11 años que estaba embarazada nos contó que el padre de su bebé tiene 19 años. Creemos que fue víctima de abuso sexual”, dice.
DC/ El Nacional