Las fuerzas armadas brasileñas asumirán la coordinación de la seguridad de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) el fin de semana, en la misa de cierre presidida por el papa en Copacabana y a la que asistirán presidentes suramericanos, confirmó el ministerio de Defensa el viernes.
La coordinación de las Fuerzas Armadas ya estaba prevista y había sido definida para la peregrinación y la vigilia de los jóvenes el sábado, y la misa final del domingo, inicialmente previstos en Guaratiba, un gigantesco descampado a 60 km de Rio de Janeiro, informó un portavoz del ministerio de Defensa a la AFP.
La lluvia de los últimos días obligó a anular la vigilia de los jóvenes y la misa de clausura del domingo fue transferida a la playa de Copacabana, donde habrá una coordinación militar de la seguridad, añadió.
Las fuerzas armadas brasileñas movilizaron 12.259 efectivos para la visita del papa, que también fue al santuario de Aparecida, en el vecino estado de Sao Paulo, el miércoles.
La presidenta, Dilma Rousseff, invitó a los presidentes suramericanos a la misa de cierre de la Jornada.
Además de Rousseff, los presidentes de Argentina, Cristina Kirchner, y Bolivia, Evo Morales, tenían previsto asistir, según informaron sus gobiernos.
El alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, se atribuyó el viernes una «nota cerca de cero» por la organización de la JMJ, luego que fuera necesario transferir los grandes eventos finales por la lluvia y tras críticas por contratiempos durante la visita.
El lunes, el automóvil del papa quedó bloqueado entre autobuses y una protesta cerca de donde Francisco se reunió con la presidenta brasileña terminó en violencia.
El martes, el metro paró durante más de dos horas antes de una misa masiva en la playa de Copacabana.
DC/Panorama