Antes de las 8.00 de la mañana, las instituciones bancarias ya están repletas de mujeres, hombres, adultos mayores y mujeres embarazadas, formados en colas interminables. Bajo el inclemente sol marabino, solo tienen en su mente irse con el dinero a sus casas.
Bien sea por los mil 250 bolívares que cancelan a las Madres del Barrio o por los mil 800 que perciben los ancianos, todos afirman que el sacrificio vale la pena. Y es que la espera termina, con suerte, a las 3.00 de la tarde.
Yolibeth Suárez, de 33 años, es madre de dos niños. Uno de ellos es especial y afirma que la ayuda es muy útil para su familia. “Con eso completo para comprar la comida y otras cosas que me hagan falta”.
Nelsa Ríos, se lanza por tercera vez a la travesía. Se siente contenta de estar incluida en la lista de la Misión en Amor Mayor, cuando la temperatura caliente se protege con un pequeño pañito que lleva en su cartera.