El Papa Francisco realizó un recorrido por las calles de Copacabana en Brasil donde miles de jóvenes se congregaron para realizar una vigilia como parte de las actividades de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud.
El pontífice llegó a Copacabana en el papamóvil, en el que recorrió todo el paseo marítimo, de cuatro kilómetros de largo, hasta el lugar donde está levantado el palco, en la otra punta de la playa.
Decenas de miles de jóvenes le acompañaron durante el recorrido, en un ambiente muy sugestivo, muchos de ellos corriendo por la arena, mientras que varios helicópteros sobrevolaban la zona.
Esta vigilia y la misa final de la JMJ de mañana, domingo, iba a celebrarse en Guaratiba, a las afueras de la ciudad, pero debido a las lluvias caídas en los últimos días en Río de Janeiro, convirtieron el lugar en un lodazal y se decidió cambiar por Copacabana.
El Papa bajó del papamóvil y caminó hacia la tarima acompañado de algunos Cardenales y funcionarios de seguridad.
Al encuentro asistieron alrededor de dos millones de jóvenes según lo reseñado por la agencia de noticias EFE.
Durante su intervención, el Papa Franciso relató algunas parábolas para explicar a los asistentes la importancia de dejar entrar a Jesús en su corazón: «Cuando aceptamos la palabra de Dios somos el campo de la fe (…) Por favor dejen entrar a Dios en su vida», dijo.
Exhortó a los jóvenes a ser cristianos al cien por cien, «no almidonados, de fachada, sino auténticos» y les aseguró que Jesús ofrece «algo más grande que la Copa del Mundo, la posibilidad de una vida fecunda y feliz».
Invitó a los asistentes a no tener miedo a Jesús y a hablar con él. «En silencio dejemos entrar la semilla de Jesús, déjenla crecer y Dios la va a cuidar (…) Hablen con él en las buenas y en las malas», dijo.
Sostuvo que los pasos para acercarse a Jesús son: «la oración, los sacramentos y la ayuda a los demás».
Esta vigilia y la misa final de la JMJ de mañana, domingo, iba a celebrarse en Guaratiba, a las afueras de la ciudad, pero debido a las lluvias caídas en los últimos días en Río de Janeiro, convirtieron el lugar en un lodazal y se decidió cambiar por Copacabana.
En la playa de Copacabana se celebró la ceremonia de bienvenida oficial al papa, el pasado jueves, y el Vía Crucis de ayer, viernes.
Hoy Copacabana es el Campus Fidei de la JMJ, nombre dado al recinto de Guaratiba.
En Guarativa ha quedado sin usarse el palco diseñado por el arquitecto Joao Uchoa, que se ha inspirado en la Edad Media y en sus catedrales góticas.
En el centro del palco había levantado una gran cruz de hierro dorado, de 33 metros de alta, en referencia a la edad de Cristo.
Dos torres delanteras, cada una de 14 metros, formando dos manos gigantes en plegaria. Detrás había colocado 360 torres blabca, que evocan los órganos de las iglesias antiguas.
El palco de Copacabana es más simple, con una gran cruz en medio.
La ceremonia de la vigilia se desarrolla en varios momentos. En un primero, varios jóvenes cuentan al papa y a los presentes sus experiencia de vida, después hablará Francisco y después se iniciará la procesión del Santísimo Sacramento llevado por diáconos.
El Papa Francisco ofició una misa y recibió las llaves de la ciudad de Río de Janeiro de las manos del Alcalde de la ciudad.
Después la adoración eucarística, las plegarias de los jóvenes en italiano, polaco, español, alemán, francés, portugués e ingles y concluye con el Salve Regina, mientras el Santísimo es llevado a la capilla.
Texto y Foto: EFE