Milagrosamente, Ángel Hernández Medina, de 22 años, salvó su vida luego de caer a un drenaje repleto de agua en la zona suroeste del municipio Cabimas, que estaba colapsado ante el fuerte aguacero que sacudió a la Costa Oriental la madrugada del sábado.
El muchacho cayó al drenaje aproximadamente a las tres de la tarde de este domingo, a la altura del sector El Cardonal, una vía angosta, construída desde tiempos de la Cabimas recién poblada, carretera que fue edificada sobre un pantano todavía distinguible a los lados. La vía -con poco tránsito- está deteriorada por huecos, sin hombrillo y suele ser utilizada por los conductores de la línea de transporte público que viajan hacia Ciudad Ojeda y por algunos pobladores que habitan en el sector La Montañita para acortar distancias y tráfico.
Según indicó el joven agraviado a los curiosos que llegaron al sitio, él conducía de la zona sur con sentido hacia Talleres Centrales de la Salina, área petrolera, cuando sorpresivamente fue embestido por un conductor a toda velocidad, presuntamente ebrio, o sorteando huecos, que venía en sentido contrario y le invadió su canal de circulación.
Para esquivarlo y no chocar de frente con él, no encontró más remedio que girar la unidad hacia los lados, con la mala suerte que, tanto a su izquierda, como a su derecha, no había terreno seco, solo el pantano y un drenaje cuyo mantenimiento corresponde a la industria petrolera, y que el pasado sábado, tras el aguacero, fue denunciado por el director de Protección Civil, Yilbert Castañeda, que no había recibido mantenimiento y por tal razón estaba colapsado y generó fuertes inundaciones en el sector La Salina.
El muchacho, estudiante universitario, conducía el único carro de su papá, un docente identificado como Wuilly Hernández.
«Afortunadamente cuando cayó y el carro comenzó a hundirse en el barro del drenaje, él logró salirse antes que quedara aprisionado y muriera ahogado. De la impresión, por haberse salvado, aunado al daño que le causó al carro de su papá quien se lo había prestado, el joven no hacía más que llorar angustiado», expresó un testigo del hecho.
La unidad, modelo Fiesta Power, color blanco, quedó totalmente hundida en el drenaje repleto de manglares y aguas residuales, porque suele ser usado como desaguadero del sistema de colectores de la ciudad.
DC/Panorama