El hallazgo lo hizo una de sus hermanas cuando entró a la habitación y encontró el cuerpo del joven guindando de una viga del techo. Alrededor de su cuello tenía un mecate amarrado. En un intento por salvarle la vida lo bajaron para prestarle primeros auxilios, pero no ya estaba rígido.
Un hermano afectado por la noticia contó que el muchacho tenía problemas mentales y acostumbraba cortarse los brazos con hojillas. Pese a esta comportamiento depresivo, manifestó que los tomópor sorpresa la muerte del joven.