Familiares y amigos acompañaron a la estudiante en una procesión que partió desde la casa en la que vivió con sus padres y dos hermanos, en el barrio José Gregorio Hernández, hasta el semáforo de La Matancera, en la circunvalación 2.
Los hombres de la casa cargaron el féretro en hombros, mientras que las mujeres llevaron las coronas de flores. Eran las 12.30 del medio día, el sol y el calor apretaban, sin embargo los vecinos se pararon en el frente de sus casas para ver pasar el cuerpo de Cubillan por última vez.
“Qué lástima, esa muchachita tan joven y trabajadora. Con toda una vida por delante”, fueron los comentarios que se escucharon entre quienes se acercaron a ver pasar el cuerpo de la infortunada.
Al llegar a la avenida, los familiares de Yohanka subieron el ataúd a la carroza fúnebre, para luego trasladarlo hasta el cementerio Corazón de Jesús.
La hermosa joven murió cuando un hombre que trabaja como guardaespaldas, se enfrentó con dos ladrones que intentaron llevarse su camioneta Jeep Cherokee.
En la balacera, uno de los proyectiles entró por el parabrisas del carrito por pueto en el que iba la joven y le impactó en la frente.