El maquinista usó el móvil corporativo para, según han reconocido ambos en sede judicial, telefonear al interventor del tren, Antonio Martín Marugán, que viajaba dentro del propio tren.
Once segundos antes del descarrilamiento, se escuchó el aviso acústico de que el tren iba a demasiada velocidad a apenas cuatro kilómetros de la capital gallega, en la curva de A Grandeira, según revelaron las dos cajas negras del tren Alvia que cubría la ruta Madrid-Ferrol, publicó el diario ABC.
Fuentes de la investigación han indicado que ahora habrá que hacer las pruebas necesarias para identificar estos dispositivos y extraer los datos que pudieran ser de utilidad para la investigación. De acuerdo con un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Galciia (TSJG), el teléfono estaba en la cabina del tren, mientras que la tableta se encontraba en mal estado y deberá constatarse fehacientemente que se trata de la de Garzón Amo. Igualmente, el TSJG asegura que en las inspecciones de ayer y hoy de los vagones, almacenados en Padrón (La Coruña) no se han encontrado restos humanos.
Una unidad especial de la Policía Nacional rastrea desde ayer los vagones del tren siniestrado compuesta por agentes del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) de la Policía Nacional. Esta unidad, ayudada por perros, inspecciona cada resquicio de los vagones, custodiados en una explanada contigua a una nave industrial de grúas, en la parroquia de A Escravitude, en Padrón (La Coruña) con el objetivo de encontrar objetos personales de los pasajeros.
DC/Panorama