Pero esta vez no es por su escultural cuerpo o por su participación en una obra de teatro, sino por ser buscada por la Policía Científica.
La chica está implicada en la fuga, a finales de agosto, de José Guerrero Flores, apodado “Niño Guerrero”, un pram de la cárcel de Tocorón.
De acuerdo a información difundida por La Voz, “Rosita” está siendo acusada de delito de encubrimiento y fuga de detenido en grado de cooperador, previstos y sancionados en los artículos 254 y 83 del Código Penal, y la orden de captura se libró el pasado 20 de septiembre.
Las investigaciones indican que la actriz conocía al pram antes de que este fuera aprehendido y “lo frecuentaba en la prisión y con quien tenía constante contacto telefónico, según se desprende del cruce de llamadas realizados por los pesquisas del Cicpc”.
Antes de convertirse en una de las bombas sexys de la televisión, “Rosita” ofrecía servicios de masajista a domicilio y servía de señuelo para que sus clientes fueran secuestrados por sus secuaces, indicó una fuente que permanece en el anonimato.
DC/Noticiero Digital