Desde el balcón del Palacio Apostólico vaticano en la Plaza de San Pedro, Francisco, quien, a diferencia de su predecesor, Benedicto XVI, pasa el verano en el Vaticano, quiso tener muy presentes a los «hermanos» musulmanes que recientemente han puesto fin al mes del Ramadán.
«Querría dedicar un saludo a los musulmanes del mundo entero, a nuestros hermanos, que hace poco han celebrado la conclusión del mes de Ramadán, dedicado particularmente al ayuno, al rezo y a la limosna», afirmó Francisco.
«Como escribí en mi mensaje para esa circunstancia, deseo que los cristianos y los musulmanes se comprometan a promover el respeto mutuo, especialmente a través de la educación de las nuevas generaciones», agregó.
En una soleada y calurosa mañana en la Ciudad del Vaticano, el pontífice habló además del deseo de encontrar a Dios, cuyo amor, dijo, es «el verdadero tesoro del hombre», el que da sentido a las pequeñas cosas del día a día.
Francisco recordó además que el próximo jueves se celebra la festividad de la Asunción de la Virgen María, ocasión en la que irá a la localidad de Castel Gandolfo, a 30 kilómetros al sur de Roma, para oficiar una misa y dirigir el rezo del Ángelus.
Hasta San Pedro del Vaticano se desplazaron este domingo miembros del comité contra la instalación de un nuevo vertedero romano en Falcognana, al sur de la ciudad, para llamar la atención del papa durante el rezo del Ángelus.
Los manifestantes colocaron pancartas con lemas como «Papa Francisco, ayuda» o «Estrago para el Amor Divino», en referencia al santuario próximo a los terrenos que acogerán el nuevo vertedero romano, contra el que también protestan los religiosos del lugar.
DC @diariocontraste/ EFE