Los ataques con ácido afectan a personas de diferentes nacionalidades, culturas y religiones. Pero, ¿con cuánta frecuencia ocurre este tipo de ataques?
Cualquier individuo que lance ácido en el rostro de una persona, busca dejarle una cicatriz de por vida.
«Es que si tú le das una puñalada a alguien es una herida y punto; un tiro, listo; pero la quemadura con ácido marca para toda la vida», le dijo Viviana Hernández, una víctima de una agresión con ácido en Colombia al corresponsal de la BBC en ese país, Arturo Wallace.
«No quieren matar a la persona, no. La intención es dañar y dejarla dañada de por vida», indicó Hernández en 2012.
Se trata de un delito marcado por el género. Expertos aseguran que mujeres y niñas son las víctimas en casi 80% de los ataques. De este porcentaje, alrededor del 30% son menores de 18 años.
A Gina Potes, por su parte, la agredieron en su casa de habitación. «Quien la mandó a ser tan bonita’ es lo que me dicen en el momento que me tiran el ácido, entonces el móvil yo pienso que puede haber sido la envidia, los celos», le dijo a la BBC.
Otro caso que tuvo resonancia fue el de Katie Piper, una modelo inglesa que fue víctima de un ataque con ácido orquestado por un novio celoso en 2008. Desde entonces, se ha sometido a casi 100 operaciones y se ha transformado en una activista que busca crear conciencia sobre el sufrimiento de las víctimas de ataques con ácido.
El director artístico del Ballet Bolshoi de Rusia, Sergei Filin, fue atacado con ácido en enero. Después de 18 operaciones, el artista sigue prácticamente ciego de acuerdo con la información que ha circulado.
En reiteradas ocasiones había rechazado sus propuestas de matrimonio. Quedó ciega y, tras recibir tratamiento en España, regresó a Irán para llevarlo a la justicia.
Presentó el caso tomando como base el código qisas (retribución) de la Ley Islámica o la Ley Sharia. Ganó el caso en 2008. El atacante fue sentenciado a ser cegado con ácido
BBC Mundo