Los puentes que conectan al estado Táchira con Cúcuta –Colombia- fueron bloqueados ayer por contrabandistas que protestan en contra del incremento de controles militares que ordenó Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.
La protesta duró al menos seis horas en los municipios San Antonio y Ureña. La presencia de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana que reforzó los controles de seguridad generó el malestar entre los bachaqueros de alimentos y combustible, que a falta de una mejor alternativa iniciaron la manifestación.
El bloqueo de los puentes ocasionó caos vehicular y que los viajeros cruzaran la frontera por caminos irregulares o por el río.
En motos o automóviles, los contrabandistas trasladan a diario mercancías de primera necesidad compradas en Venezuela -con estrictos controles en los precios de la cesta básica- para venderlos en Colombia a precios muy superiores, lo que a su vez causa el desabastecimiento de estos productos en las localidades venezolanas.
La prensa indicó que los traficantes de combustible venezolano -el más barato del mundo- se sumaron a la protesta, luego de que el gobernador de Táchira, José Vielma, ordenó revisar todo el día los tanques de todos los autos que pasen por esos puentes y desplegó más de 400 militares en la frontera.
Vielma indicó esta semana que «más de 1.020 toneladas de alimentos han sido retenidas durante los operativos y serán distribuidas en diferentes municipios de Táchira» a través de la venta en mercados populares.
Los gobiernos de Caracas y Bogotá han acordado en las últimas semanas reforzar los controles en la frontera común -de 2.200 km- para evitar el contrabando de este tipo de productos.
El miércoles, ambos países pactaron el incremento del precio del combustible venezolano en la frontera para golpear el contrabando, mientras Maduro activó a finales de agosto la fuerza de tarea conjunta cívico-militar para reforzar los controles en la frontera.
El tráfico de gasolina le supone a Venezuela una pérdida de 1.400 millones de dólares al año, mientras los productores colombianos denuncian pérdidas al no poder competir con los precios de alimentos y productos venezolanos.
AFP