Si bien se sabía desde hace un par de días que Bale sería baja ante el Copenhague, no es hasta ahora que el Real Madrid comunica el verdadero motivo: el galés sufre de una contractura muscular en el muslo izquierdo, aunque no han develado el tiempo que estará fuera del césped.
Aunque se desconoce el alcance de la lesión, los merengues aseguraron que no jugará ante el Levante, en la próxima jornada de la Liga, y probablemente tampoco lo hará con Gales el próximo fin de semana, por lo que se especula que necesitará de un mínimo de dos a tres semanas de recuperación para volver al 100%.
El ex del Tottenham se encuentra en una condición física muy golpeada luego de un pésimo verano en el que se vio frenado en más de un entrenamiento debido a la novela de las negociaciones entre unos ‘Spurs’ que se negaban a dejarlo ir y un Real Madrid plantado en sus intenciones por ficharlo.
Bale impresionó a los servicios médicos durante el reconocimiento médico al que se sometió el pasado 2 de septiembre, pero no hay duda de que no existe un solo jugador en el mundo capaz de rendir durante una temporada si no ha realizado durante el verano el trabajo adecuado.
Luka Modric vivió algo muy similar la temporada pasada. No tuvo tantos problemas físicos como su amigo galés, pero hasta el mes de febrero no se empezó a ver la verdadera versión del croata, que reconoció que acusó mucho la incertidumbre de su fichaje por el Madrid.
Luis Santander/@santander205/Diario As
Diario As (Foto)