Tras la medida tomada por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de suspender por 30 días el derecho de palabra de los diputados Julio Borges y Nora Bracho, la diputada indicó que se trata de «una burla para con el pueblo venezolano porque es el irrespeto del pueblo mirandino y del estado Zulia que votó por nosotros».
Aseguró que «es el miedo, temor y poco talante democrático de este gobierno que no acepta la disidencia, el diálogo, ninguna crítica».
Precisó que seguirá asistiendo a las sesiones de la AN y que no le quitarán «las ganas de seguir luchando». «Tenemos una gran fortaleza que es la calle, el pueblo», agregó.
«Sentar un precedente el día de hoy (con la suspensión del derecho de palabra) nos llenará de más fuerza para seguir luchando por la Venezuela que queremos», dijo la diputada y reiteró que «no vamos a cesar en nuestro trabajo parlamentario y en asistir a la Asamblea Nacional para seguir realizándolo».
«Nos quitan la voz, pero no nos quitan el voto. Nos han sancionado quitándonos la voz por un mes, pero seguiremos votando, negando y aprobando lo que consideramos pertinente», precisó Bracho.
Sobre el examen médico psiquiátrico o psicológico que le sugirió Cabello al diputado Borges, dijo que «Es penoso, da vergüenza (…) No tienen argumentos de ningún tipo para conminar a ningún diputado a que se haga algún análisis psicológico o psiquiátrico (…) Me parece un irrespeto a las personas y sobre todo al venezolano».
DC/Globovisión