El grupo decía no tener intención de liberar las claves, pero de alguna manera llegaron a la Red donde unos hackers chinos dieron con ella para posteriormente intentar venderla.
Esta vulnerabilidad permite a cualquier usuario instalar sus propios programas en la consola, utilizar sistemas operativos enteros como GNU/Linux o hacer correr juegos piratas. La imposibilidad de arreglar este error por medio de actualizaciones de software solo le deja a Sony una posibilidad, lanzar una nueva consola, algo que hará previsiblemente durante el año que viene.
La empresa japonesa ya fue objeto de un ataque informático el año pasado a su sistema de juego online. La compañía está sufriendo problemas económicos y ha anunciado que tendrá que reducir su plantilla en más de 10.000 empleados el año próximo.
DC/Lainformación.com