Poco antes de la entrevista, el gobernador revisaba en su oficina las declaraciones emitidas este viernes por la rectora del CNE, Socorro Hernández, sobre las migraciones de los candidatos del oficialismo. El Nacional cita que Capriles “empezó la conversación indignado”. Poco después fue que escribió su opinión en el Twitter: “¡Leyendo las declaraciones de la rectora Hernández, más que nunca tenemos que votar el 16-D para vencer semejante burla!”.
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–Con las migraciones, es evidente el ventajismo. Eso se vivió en el pasado, el 7-O y se repetirá. ¿Qué hacer para que el 16-D sea distinto?
–Esos cambios de algunos candidatos de su centro a pesar de que el registro electoral está cerrado y la explicación que dio la rectora son lamentables. Es como una cachetada a quienes sienten una indignación. Aquí hay jóvenes que cumplieron 18 años de edad y no pudieron votar ni el 7 de octubre ni lo podrán hacer el 16 de diciembre. ¿Esos jóvenes no tienen los mismos derechos de los candidatos del PSUV? Tienen los mismos derechos, porque son venezolanos. Le escuchaba a la rectora decir que aquí no es que hay derechos para unos y no para otros, que no hay venezolanos de una categoría y de otra. Con las migraciones el CNE dice que hay diferencias entre venezolanos en cuanto al ejercicio de sus derechos. Con acciones como las migraciones ilegales, el CNE busca desmotivar, que exista esa interpretación de que esto es desigual, que van a trampear. Para que la gente diga que no se va a prestar para eso. Yo les digo: votando no se convalida nada. Votando se lucha para poder elegir la opción que usted quiere. No es suficiente con el voto, depende de la organización y la defensa.
–Ahora la defensa del voto estará bajo la responsabilidad de cada región, sin una coordinación nacional. ¿No es eso una debilidad?
–Todo lo contrario. Creo que mientras más parroquial, mejor. Mientras sea más local, mejor. Por ejemplo, en Miranda estoy haciendo el proceso de revisión del resultado, pero no me reúno con el coordinador del estado, sino que lo hago parroquia por parroquia. Mientras más descentralizado, más poderoso.
–Si bien aumentó la presencia de testigos, se criticó que en muchos casos no estuvieron bien entrenados o no recibieron el apoyo necesario. ¿Cuál es su opinión y qué hay que corregir?
–Sí, hay debilidades, claro que las hay. Pero quiero dejar claro que si no hubiésemos tenido esas debilidades, tampoco hubiésemos ganado. No fue que con eso perdimos las elecciones, pero con eso el resultado no es el que estamos viendo. Esos centros donde tuvimos debilidades no cambian el resultado nacional, pero sí cambian el resultado en los estados en los que la diferencia fue pequeña.
–¿Por qué esperar tres semanas para mostrar un balance electoral al país?
–Ese no es un proceso fácil de revisar. Nosotros no tenemos 500 personas para auditar acta por acta, ese trabajo se demora. Lo que se busca es tener conocimiento de cada centro de votación para saber dónde hubo problemas.
–¿Después de todos los problemas, cómo motivar a las personas a votar?
–El voto no cuesta nada, pero dejar de votar sí puede costar mucho. Yo no puedo entender a alguien que diga que no va a votar. Votando no se convalida nada. Lo peor que uno puede hacer es quedarse callado. Hay que ayudar y fortalecer la defensa del voto y la vigilancia. Yo voy a incentivar la participación desde el primer día hasta el último. No podemos volver al escenario de la abstención, porque ahí el gran triunfador es el Gobierno.
–El Gobierno amarra con misiones, con viviendas y con empleos. Usted en su campaña fue claro al decir que nadie perdería nada, que todo iba a mejorar, pero no funcionó. ¿Hay que cambiar la estrategia?
–Hay que ver si el Gobierno cumple lo que ofreció. Empiezo a ver a las personas preguntándose por lo que se les ofreció. Yo creo que son mentiras. Por la experiencia que tenemos, no van a cumplir. Entonces el que quiere mejorar se irá por otra opción. El que es parte de un programa social, pero sabe que puede estar mejor, seguro se vio influenciado por la campaña negativa. Sin embargo, se pudo dar cuenta de que el voto es secreto.
–¿Qué exigencias concretas se pueden pedir al CNE?
–Yo no me engancho con lo que se le pida al CNE. No trabajo pensando en lo que el CNE va a hacer o va a dejar de hacer. Estoy pensando en blindar con presencia y organización los centros en los que hubo problemas. Defender nuestros votos.
–Elías Jaua adelanta una campaña intensa en Miranda, con varias actividades por día, incluso con actividades para atacar su gestión. ¿Cómo enfrentarlo si cuenta con todo el apoyo del Gobierno?
–Creo que lo primero que hay que hacer es no tener ninguna duda sobre ejercer el derecho al voto. El que quiera futuro y seguir construyendo este camino tiene que votar el 16 de diciembre. No importa qué haga el adversario, porque nuestra campaña no es en función de lo que hace el adversario, lo que importa es lo que nosotros hacemos. El Gobierno no ha hecho nada por Miranda, sólo le ha quitado recursos y competencias a la gobernación, trata de destruirla. Mi ofrecimiento es continuar con todo lo que hemos hecho. Nosotros tenemos la experiencia de lo que significa un gobierno rojo, no nos vamos a permitir otro gobernador corrupto hasta los tuétanos. Ese candidato que mandaron nunca ha hecho nada por Miranda. A mí eso no me preocupa; me preocupa que nuestro pueblo sienta una desmotivación. El 7 de octubre tenía un nudo en la garganta. Para mí los dos días más difíciles en mi vida fueron el que murió mi abuela y el que me tocó hablarle al país, porque yo estaba convencido de que íbamos a ganar. Quiero seguir mostrando cómo se hacen las cosas bien desde Miranda.
–Parece que Miranda es la gobernación más importante. ¿Cree que Hugo Chávez se lo tomará personal para hundirlo políticamente?
–Sí, veo la intención de liquidarnos políticamente, pero deseo no empreña. Yo le pido a todos los mirandinos que no me dejen solo en esta lucha. Perdimos un juego, pero no perdimos nuestro sueño. Chávez no va a expropiarnos el futuro en Miranda.
Más temprano que tarde
A dos días de las elecciones del 7-O, Henrique Capriles Radonski dijo que “más temprano que tarde” se lograría el objetivo. ¿Qué quiso decir, si las elecciones son en seis años?
El gobernador explicó que en ese tiempo mucho puede cambiar. Que a pesar de que el Gobierno ganó en números no hay percepción de victoria y esperanza.
“Cuando digo más temprano que tarde es que vienen otros procesos electorales. Las elecciones están planteadas en seis años, pero la Constitución establece otros mecanismos. Creo que es muy prematuro para hablar de eso, pero hay otros mecanismos. Seis años pudiera sonar una eternidad, pero todo depende de cómo sean esos seis años en términos de construcción de la alternativa en la que creemos. Si ganamos muchos estados se genera un poco de balance y podemos tener buenas gestiones de gobierno. Uno no sabe qué puede pasar”, expresó.
DC/El Nacional