La presidenta argentina Cristina Fernández fue dada de alta luego de ser operada para retirarle un hematoma del cráneo y se prepara para regresar a sus funciones de forma paulatina, informó el sábado el secretario de Comunicación Pública.
“Debido a la favorable evolución posopertoria y a los satisfactorios resultados de la nueva neuroimagen de control, se ha decidido otorgarle el alta neurológica y operatoria”, informó el secretario Alfredo Scoccimarro.
El fin de semana habrá una nueva evaluación sobre el estado del corazón de la mandataria, de 60 años, quien deberá llevar un holter (un estudio de monitoreo ambulatorio del ritmo cardíaco) el sábado y el domingo, agregó el funcionario.
A partir de los resultados, el lunes se determinará el ritmo de regreso a sus tareas habituales, agregó.
Scoccimarro explicó que se mantiene la prohibición del traslado aéreo inicialmente por los próximos 30 días y anticipó que Fernández será sometida a reevaluación el 9 de diciembre, al cumplirse 60 días de la intervención quirúrgica.
El vocero de la presidenta leyó desde la Casa Rosada el parte médico de la Fundación Favaloro, firmado por los doctores Facundo Manes y Gerardo Bozovich.
En el documento se evidencia la “evolución favorable” que tuvo la presidenta en estos últimos días y le otorga el alta “neurológica y quirúrgica”.
Tras la evaluación del fin de semana el lunes se determinará cómo será el ritmo de regreso a las tareas habituales de la jefa de estado, agrega el texto.
Fernández salió del hospital de la Fundación Favaloro el viernes en la noche tras realizarse una nueva neuroimagen de control para evaluar su estado al cumplirse un mes de la operación.
La mandataria cumplió a cabalidad el reposo de 30 días que le prescribieron sus médicos y guardó un silencio total, incluso tras la dura derrota electoral que sufrió su sector en las elecciones legislativas del 27 de octubre y que podría marcar el fin del kirchnerismo tras una década en el poder.
Tampoco se pronunció cuando la Corte Suprema de Justicia le dio la razón al gobierno en la larga pelea con el poderoso conglomerado mediático Clarín por la constitucionalidad de una polémica ley que regula el mercado de medios audiovisuales.
DC/ AP