El papa Francisco mostró este domingo su cercanía a la población de Filipinas y de aquellas regiones «que han sido golpeadas por un tremendo tifón».
El pontífice rezó el Ángelus dominical asomado a la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano ante miles de personas que abarrotaban la plaza y aledaños para esperar el ya habitual recorrido del papa argentino entre fieles y peregrinos.
Tras el rezo del Ángelus el papa hizo mención al tifón de Filipinas, del que señaló que «desgraciadamente las víctimas son muchas y los daños enormes».
Recemos -dijo- por nuestros hermanos y hermanas, y busquemos para que nuestra ayuda les llegue, y tras un momento de silencio, fue largamente aplaudido.
Haiyan, el tifón más potente del año, ha dejado un reguero de desolación a su paso por la región central de Filipinas, donde las autoridades locales estimaron hoy que han muerto más de 10.000 personas.
El tifón, bautizado con el nombre de Yolanda por las autoridades filipinas, ha destruido entre el 70 y el 80 % de la población de Tacloban, capital de la provincia de Leyte, con una población de 220.000 personas, indicó a los medios el jefe de la Policía regional, Elmer Soria.
«Según las estimaciones de la gobernación provincial, habrá unas 10.000 víctimas mortales» solo en la isla de Leyte, declaró Soria.
DC/Globovisión