Sentado en la ventana del doceavo piso de un edificio de Brasil, un hombre había decidido poner fin a su vida saltando al abismo.
Miles de personas conmovidas se agruparon en la calle, mientras la policía desplegaba un operativo para revertir la trágica actitud. Pero todo parecía en vano.
Cuando se hizo evidente que el hombre no iba a hacer marcha atrás con su plan, un agente de comando descendió con una cuerda desde la terraza de la torre y pateó al hombre en el pecho, mandándolo de vuelta al interior de la habitación.
La multitud aclamó con aplausos y gritos el dramático rescate y los oficiales detuvieron al señor para interrogarlo.
DC/Contexto