Una mujer llamada Nadine Wright perdió a su bebé en una cárcel británica en Peterborough y fue ella misma quien debió asear la celda.
“El feto no fue retirado de la celda de inmediato. Había sangre por todas partes y la obligaron a limpiarla (…) Fue horrible y muy traumático. Sólo recibió atención sanitaria tres días después», explicó Philip Gibbs el abogado de la presa.
La mujer, de 37 años, tiene problemas de salud mental, indicó el rotativo. Además, fue adicta a la heroína y está tratando de superar la reciente muerte de su madre. El caso salió a la luz después de que un juez condenará a Nadine a 10 meses de prisión por robo y violación de órdenes judiciales.
DC/Cronica