De forma extraoficial se conoció que la decisión fue tomada por el propio párroco Eleuterio Cuevas debido a que el año pasado se presentaron varios inconvenientes cuando algunos asistentes lanzaron hielo y otros objetos justo en el momento que la patrona ingresó al lugar.
Posiciones encontradas
Algunos visitantes justificaron en parte la actitud del sacerdote. Esa fue la posición de Alicia Cárdenas “Esto en sus inicios era algo más religioso, ahora la gente a cuenta de que hay unos grupos musicales quiere venir a tomar y a bailar, eso es una falta de respeto”. Agregó.
Por otro lado muchos propietarios y vecinos sufrieron una gran desilusión. “Siempre nos reunimos en familia este día para recibir la bendición de la Santa Madre en nuestros hogares, estoy muy triste de que después de 10 años esto no fuera así, pedimos al padre una explicación, la virgen es del pueblo, no de él”. Fueron las palabras de Mary Carmen Acosta.
Lo que sí es un llamado colectivo es que sean cual sean las razones que motivaron la decisión se llegue a un acuerdo para que el próximo año la Chinita pueda volver a dar la bendición a sus vecinos, y que no ocurra ninguna eventualidad que pueda empañar la religiosidad del acto.