Allan Taylor, un ingeniero jubilado de 78 años diagnosticado con cáncer recibió la terrible noticia por parte de su equipo médico notificándole que su enfermedad no podía ser tratada y que se había propagado del colon a su intestino delgado. Más tarde recibió una carta en donde señalaban que se encontraba libre del cáncer.
La odisea de Taylor comenzó en febrero de 2011, cuando se dio cuenta de un bulto de cinco centímetros en su abdomen. Fue enviado para una exploración y le dijeron que tenía cáncer de colon. En septiembre del mismo año se sometió a una operación, en la que un cirujano extrajo una sección de nueve pulgadas de su colon, y comenzó un ciclo de tres meses de quimioterapia. Luego le dijeron que el cáncer se había extendido al intestino delgado.
Esta es la extraordinaria historia de un hombre que tiene “todo claro” después de cambiar las carnes y productos lácteos por 10 frutas y verduras al día.
Este abuelo, a quien los médicos habían condenado a muerte de un “cáncer incurable”, se negó a creerles y optó por cambiar su dieta a frutas y vegetales. El resultado: en menos de 5 meses ya no tenía cáncer.
Negándose a sucumbir ante su terrible diagnóstico, Taylor tomó cartas en el asunto y buscando alternativas en Internet estudió varios sitios web y conforme a los resultados de su investigación decidió cambiar de forma radical su dieta, obteniendo resultados que mejoraron su condición.
En declaraciones ofrecidas al Sunday Mirror Taylor comentó:
“Dijeron que si cortaban el cáncer simplemente aparecería en otro lugar.
“Yo estaba decidido a mantener una actitud positiva y decidí buscar mi propia curación”.
“No hay duda en mi mente que mi dieta me salvó la vida”, dijo. “Y todo lo que me costo fue £ 30 por semana. (cerca de 45 dolares a la semana).
“Recibí una carta del hospital de North Tees que decía que los análisis habían demostrado que mi cáncer había desaparecido y la anomalía ya no era visible”.
Según lo publicado en Daily Mail, él cree que el beber una cucharadita de hierba de cebada en polvo en agua caliente cada mañana y cada noche era particularmente crucial.
La fortaleza del ser humano no puede ser vencida, cuando su mente y su cuerpo deciden lograr un objetivo, así lo demuestra Allan Taylor con su conmovedora historia.
DC/La Bioguía