Al menos siete personas murieron este viernes y quince resultaron heridas en la localidad libanesa de Arsal por el impacto de proyectiles disparados desde el lado sirio de la frontera, informó la agencia oficial libanesa ANN.
Arsal, en el noreste del Líbano y fronteriza con Siria, es una población de mayoría suní favorable a la oposición siria que sufre casi a diario bombardeos efectuados desde el país vecino, aunque el de hoy ha sido de los más mortíferos.
Uno de los proyectiles tuvo como blanco el domicilio de un familiar del alcalde de Arsal, donde se registró el mayor número de fallecidos.
El alcalde Ali Hujairi explicó a la emisora «La Voz del Líbano» que cuatro casas fueron alcanzadas por los cohetes, mientras que la televisión Al Yadid señaló que uno de ellos cayó cerca de una posición del Ejército.
Además, la aviación siria bombardeó la carretera que comunica las poblaciones de Joseye y Qaa, a lo largo de la frontera líbano-siria, que en muchas zonas no está bien delimitada.
Este bombardeo se produce un día después de que estallara un coche bomba en la ciudad de Hermel, también en el noreste del Líbano, lo que causó cuatro muertos y 32 heridos.
La seguridad se ha deteriorado en el Líbano desde el inicio del conflicto sirio en marzo de 2011, con un aumento de los enfrentamientos sectarios, los atentados terroristas y los secuestros, además de los bombardeos.