“¿Ay Dios mío y ahora que voy a hacer?” decía Ana María Castro entre sollozos. La mujer relataba por teléfono que a su esposo Jelfrey Aragón Barrios, lo mataron en un presunto enfrentamiento.
Con su única hija en brazos, una niña de poco más de un año de nacida, Castro esperaba a las afueras de la morgue forense que le entregaran el cuerpo del hombre con el que compartió los últimos cinco años.
“Él salió de la casa ayer a las 6.00 de la tarde, me dijo que iba a a comprar leche para la bebé y no regresó. Cuando cayó la noche me asusté, porque él nunca falta a la casa, comencé a llamar y me enteré de que estaba muerto”.
Aragón Barrios fue abatido por funcionarios del Cuerpo de Policía del Estado Zulia (CPBEZ) en el sector Amparo de Maracaibo, cuando presuntamente estaba en el interior de una casa robando. Fuentes policiales indicaron que él y un compinche fueron avistados por un vecino, quien dio parte a las autoridades policiales.
El segundo sujeto que estaba cometiendo el robo, fue apresado por las autoridades policiales.
Jelfrey Aragón trabajaba vendiendo durofríos en los buses de La Concepción, residía con su esposa y su hija en el sector Panamericano, cerca de la Curva de Molina.
DC