Por lo general a los padres siempre les asusta cuando la temperatura de los pequeños aumenta. La fiebre no siempre es un signo de infección. Es la respuesta del cuerpo a una posible infección, a alguna enfermedad vírica, o incluso a la reacción de una vacuna o al exceso de ropa que lleve el niño.
Si notas que tu hijo tiene fiebre, no hay razón para preocuparte en demasía. Lo mejor es llevarlo al pediatra, ya que sólo él podrá diagnosticar y determinar qué es lo que está causando la fiebre al niño y cómo tratarla. Si la fiebre de tu hijo os ha pillado en plena noche o en un día festivo, puedes esperar intentando bajar la fiebre con algunos consejos caseros, antes de recurrir a los medicamentos que el pediatra del niño irá prescribir:
1- Quitar la ropa del niño para evitar que la temperatura de su cuerpo suba aún más. Vístele con algo ligero, preferiblemente de algodón. Si es un bebé, el pañal ya será suficiente.
2- Mantener al pequeño en una habitación bien ventilada pero que no ofrezca corriente de aire.
3- Bañar al bebé o al niño con agua tibia. El agua fría podría aumentar aún más la fiebre.
4- Aplicar compresas frías con un paño húmedo, limpio y fresco, sobre la frente, la parte posterior del cuello y las muñecas del niño. Eso le hará sentir más aliviado.
5- Ofrecer una dieta líquida al niño para compensar las pérdidas generadas por el sudor y evitar la deshidratación. Es aconsejable que el niño tome agua mineral, zumos de fruta y caldos ligeros. El suero también es indicado principalmente para los bebés.
6- Evitar que el niño se mueva. Un niño con fiebre debe descansar para ayudar a que la temperatura de su cuerpo baje.
7- Ofrecer una infusión de girasol hecha con los pétalos secos de esta flor. Dejarlas en reposo por 10 minutos en agua hirviendo, luego filtrar y añadir miel o azúcar. El niño debe beber de 2 a 3 cucharadas, a cada 8 horas.
8- Rodajas de patata cruda en la planta de los pies del pequeño también funciona para disminuir la fiebre. Cuando estén calientes, deben ser cambiadas. Eso refrescará la temperatura del niño. Solo se debe llevar el niño a un servicio médico de urgencia cuando el pequeño sea un bebé menor de tres meses, o un niño mayor cuando la fiebre alcance 39 grados centígrados.
DC|Guíainfantil.com