Tras denunciar que el país está en un estado de «sálvese el que pueda», los obispos exigieron del Estado «dar respuesta oportuna» a la «trágica» situación en la que está la salud en Venezuela gracias a las fallas en los hospitales públicos, a la falta de medicamentos, de médicos y de alimentos.
«Exigimos a los responsables gubernamentales y al Estado en general, las garantías necesarias para el buen funcionamiento de las instituciones de salud, la provisión de medicamentos e insumos necesarios para la atención de los pacientes, especialmente a las madres, niños y ancianos, la profesionalización y el mejoramiento laboral del personal que atiende a los enfermos, y proponemos priorizar el tema de los medicamentos y de los alimentos en la agenda gubernamental, política y financiera del país para que ‘aparezcan’ y se puedan solventar enfermedades que hasta hace poco tiempo estaban controladas», afirmó la Comisión de Justicia y Paz del Episcopado en un comunicado emitido hoy, cuando la Iglesia conmemora la Jornada del Enfermo.
En el escrito firmado por el arzobispo de Coro, monseñor Roberto Luckert, lamentó que el Gobierno «no le prestó ni les ha prestado atención» a las advertencias que distintos gremios y organizaciones no gubernamentales han realizado en los últimos meses sobre el agravamiento de la crisis en la salud por la falta de medicinas y alimentos, pues atribuyó a esto «la reaparición de enfermedades infectocontagiosas transmitidas por vectores como la malaria (136.402 casos) y el dengue (54.152 casos)».
Tras asegurar que la incapacidad de las autoridades ha permitido que en el país se hayan registrado más de 16 mil casos de chikungunya y unos 410 mil de zika, la Comisión episcopal reclamó de los organismos públicos «no ocultar los indicadores más recientes» sobre las enfermedades, porque los mismos «servirán para la planificación de una estrategia nacional en la atención sanitaria»; y abrir las puertas a la cooperación nacional e internacional.
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En su comunicado, la Iglesia recordó que el papa Francisco llamó en este año jubilar de la Misericordia a «tocar el sufrimiento del otro» y por ello anunció que le solicitó a Caritas y a sus demás organizaciones sociales «promover campañas de información pública sobre medidas básicas de higiene para evitar el contagio y la propagación de enfermedades virales, a servir de puente para gestionar ayudas y cooperación solidaria (…) para apalancar soluciones».
DC|EU